ADMISIÓN A LA UNAM
CONCURSO DE SELECCIÓN 2013
Este sitio te permitirá conocer los resultados del proceso de selección a licenciatura de la UNAM para el ciclo 2013-2014 según el bachillerato de procedencia de los aspirantes. En este primer ejercicio se muestran los resultados de 596 bachilleratos que tuvieron un mínimo de 50 sustentantes en el examen de admisión.
Con el tiempo se irán agregando más datos no sólo del proceso de admisión a la UNAM, sino también de los que llevan a cabo otras instituciones como el IPN y la UAM.
Consulta además las investigaciones especiales hechas por EL UNIVERSAL con base en los datos obtenidos y las historias de jóvenes como tú que han luchado por un lugar en la universidad más importante del país.
Conoce el desempeño de los aspirantes que en 2013 hicieron su examen de selección a la máxima casa de estudios.
Reportajes
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UNAM RECHAZA A JOVENES TALENTO
La UNAM deja fuera a estudiantes con muy buenos resultados en el examen de admisión a la licenciatura mientras que acepta a otros que no contestan bien ni la mitad de la prueba.
Ocupar un lugar en la máxima casa de estudios requiere de algo más que una buena nota en el examen de admisión. En el éxito o fracaso de cada aspirante intervienen factores ajenos a su desempeño como el cupo disponible en la carrera de su elección y el número de aspirantes contra los que compite.
De acuerdo con una investigación hecha por EL UNIVERSAL, en el concurso de selección para el ciclo 2013-2014 la UNAM dejó fuera a 3 mil 69 aspirantes que obtuvieron más de 90 aciertos en el examen de admisión; 449 incluso habían superado el umbral de 100 puntos en una prueba que consta de 120 preguntas.
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BACHOS Y CONALEPOS EXCLUIDOS DE LA UNAM
Las oportunidades para estudiar una carrera a la UNAM no son iguales para todos. En el concurso de selección tienen ventaja los estudiantes que pueden pagar colegios privados de élite y los que provienen de escuelas públicas con un mayor gasto por alumno.
Estudiar en un bachillerato privado no necesariamente implica más ventajas para ingresar a la UNAM con respecto a quienes proceden de uno público, aunque al interior de ambos grupos sí existen diferencias importantes.
Un alumno que hizo su bachillerato en un plantel de la UNAM o el IPN tiene más oportunidades de pasar el concurso de selección que alguien que estudió en un Colegio de Bachilleres (mejor conocido como “bachos”) o en un Conalep (los “conalepos”).
En el caso de las instituciones privadas ocurre algo similar. Los sustentantes con mejor rendimiento en el examen de admisión provienen de escuelas que cobran las colegiaturas más caras.
Instituciones privadas
Las siguientes instituciones privadas cuentan con más de un plantel o campus en el país. El propósito de este apartado es conocer el comportamiento del universo de alumnos de estas universidades independientemente del plantel de donde provengan.
- INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS SUPERIORES DE MONTERREY (ITESM)
- UNIVERSIDAD TECMILENIO
- UNIVERSIDAD DEL VALLE DE MEXICO (UVM)
- UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE MÉXICO (UNITEC)
- ESCUELA SECUNDARIA Y PREPARATORIA JUSTO SIERRA A.C.
- UNIVERSIDAD INSURGENTES
- NUEVA ESCUELA TECNOLOGICA
- UNIVERSIDAD CNCI
- LICEO EUROPEO
- UNIVERSIDAD ICEL
- INSTITUTO LEONARDO BRAVO
Esta selección responde al hecho de que la base proporcionada por la UNAM a EL UNIVERSAL no especifica en muchos casos el plantel de procedencia de los sustentantes de estas universidades.
¿Qué estarías dispuesto a hacer para asegurar tu licenciatura?
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Es de sabios retornar a la verdadera vocación
Una clase la hizo cambiar de opinión
Magdalena - Psicología
Tras debatirse entre estudiar Ciencias de la Comunicación o Psicología, el momento de ingresar el pase reglamentado llegó y Magdalena decidió seguir los consejos de una de sus profesoras del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Azcapotzalco, quien le recomendaba estudiar la primera opción; sin embargo, tras año y medio de tomar clases en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la joven prefirió cambiar de rumbo y presentar el examen de admisión para la segunda carrera de su preferencia.
“Lo primero que no me agradó fue que me quedé en el turno vespertino, en segundo lugar, me di cuenta que tenía algunas deficiencias en conocimientos de historia y de autores teóricos; sin embargo, había compañeros muy analíticos, que además eran propositivos y concretaban sus ideas al hacer militancias o pertenecer a grupos de acción social, ellos me inspiraron a quedarme el año y medio que estuve ahí”, explicó Magdalena.
Pero durante su curso de Psicología y Comunicación, asignatura obligatoria de tercer semestre, la joven se dio cuenta que lo suyo siempre fue el estudio de la mente. “Lo único que me quedaba era hacer el cambio, pero no podía ser directo porque era de una carrera de ciencias sociales a otra de ciencias de la salud, entonces tuve que hacer el examen”, explicó.
Magdalena tuvo que pensar cómo jugaría sus cartas para lograr ingresar a la carrera que deseaba estudiar y no perder más tiempo: “Si hacía el examen y no lo pasaba me iba a atrasar de nuevo. En Ciudad Universitaria pedían entre 89 y 95 aciertos, era muy arriesgado pedir esa opción, así que apliqué para la FES Iztacala, donde sólo requerían 74 puntos, pero saqué 85 y me quedé”, narra la joven.
Aunque algunos chicos tomen cursos de preparación para el examen de admisión, Magdalena se dedicó a impartir este tipo de clases a jóvenes que harían la prueba para ingresar a la preparatoria, lo cual le ayudó a repasar los conocimientos básicos que le preguntarían en el examen para la universidad y, además, fungió como una fuente de ingresos durante el medio año que no fue a la escuela.
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La tercera es la vencida
Camila - Filosofía
Las ideas de filósofos como Platón transmitieron a Camila Villanueva la pasión por el pensamiento y su estructura, esto influyó en que la joven decidiera estudiar la licenciatura en Filosofía y Letras en la respectiva Facultad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); sin embargo, tras dos exámenes de admisión fallidos, la chica tomó medidas alternas: ingresar a otra carrera para luego cambiarse a la que siempre había deseado.
“En la primera vuelta pedían 98 aciertos, saqué 74; para la segunda subieron el puntaje a 103 y saqué 98. La tercera ya no me quise arriesgar y metí la carrera de Estudios Latinoamericanos, pensando que iba a hacer mi cambio para Filosofía. Necesitaba 86 puntos para la licenciatura que elegí y obtuve 98 de nuevo”, explicó Camila.
Una vez en la Facultad de Filosofía, la joven decidió darle una oportunidad a la licenciatura que eligió; sin embargo, comenta que se siente decepcionada debido a que la carrera “no tiene un método fijo, no es consistente. Se basa en muchas disciplinas que tienen que ver con América Latina, pero está construida en el aire, no tiene un objetivo fijo”, así que en cuanto se publicó la convocatoria para el cambio interno de licenciatura en la página de internet del plantel, no lo pensó dos veces y se inscribió.
Camila explicó que las bases para este trámite difieren según la carrera en cuestión, en el caso de Filosofía, sólo piden contar un con un promedio final de ocho en el primer semestre, lo cual fue una ventaja para la joven, quien cerró sus primeros seis meses en la facultad con una calificación de 8.5, por tanto, le autorizaron uno de los 10 cambios internos de licenciatura y ahora podrá estudiar la carrera de sus sueños.
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“Yo sí me aviento una maestría en exámenes de admisión”
Rafael - Ciencias de la Comunicación
Presentar el examen de admisión para la UNAM suele presionar a los jóvenes al grado de que éstos decidan aplicar a otra carrera totalmente distinta a la que quieren con el objetivo de asegurar sus estudios, tal fue el caso de Rafael, quien renunció a la ingeniería y actualmente estudia Ciencias de la Comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Máxima Casa de Estudios.
A pesar de que el joven, egresado de la Escuela Nacional Preparatoria Número 1, ya había ingresado por pase reglamentado a Ingeniería Mecánica Eléctrica en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán Izcalli, su deseo de estudiar en Ciudad Universitaria y la distancia entre su domicilio y el plantel en el cual se inscribió fueron los factores que lo llevaron a enfrentarse al examen de admisión.
“Como cualquier persona decente yo quería estar en C.U., pero me quedé en Cuautitlán y no podía con eso, además era mucho dinero en transporte, pues vivo en Xochimilco y no está nada cerca de la FES. Decidí darme de baja e intentar entrar por medio de examen, pero la verdad es que no fue tan sencillo. Uno piensa que por el hecho de haber estado sentado tres años en una banca algo aprendió, pero la verdad es que si no pones de tu parte, esas cosas no pasan”, dijo Rafael.
Para ingresar a Ingeniería Mecánica en la Facultad de Ciudad Universitaria, el joven necesitaba obtener un mínimo de 96 aciertos, los cuales no reunió. Tras este intento, Rafael hizo otro examen de admisión, esta vez para Diseño Industrial en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco, donde sí logró quedarse, pero desertó ya que no le gustó el sistema de la institución y prefería seguir luchando por un lugar en la UNAM.
“La razón por la que decidí entrar a Comunicación es porque creía que no tenía las capacidades para estudiar Ingeniería, que era muy demandante, y la verdad es que no era malo para las matemáticas, simplemente fue una cuestión de autoestima. Lo peor es que pensaba que no iba a poder quedar y con el examen que me quedé en comunicación pude haber entrado a mecatrónica o hasta a medicina. Fue bonito acreditar el examen para la carrera que yo quería, pero también fue decepcionante saber que pude haber ingresado en otra que me hubiera gustado más”, dijo Rafael, quien necesitaba 94 aciertos en su último examen y obtuvo 102 puntos.
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Los números eran su plan
Alejandro - Matemáticas
Alejandro Román siempre supo que lo suyo eran las matemáticas, pero más allá de ellas, su deseo era aplicar los números en alguna rama científica y no estudiarlos aislados, por ello al elegir una carrera profesional se inclinó por Física, así que realizó el examen de admisión para esta licenciatura en la Facultad de Ciencias de la UNAM y en el Instituto Politécnico Nacional (IPN). Su preparación previa lo llevó a quedarse en ambas escuelas; sin embargo, decidió ingresar a la Máxima Casa de Estudios debido a que “tenía más curiosidad de estudiar ahí, tiene más prestigio y toda la onda”, comentó.
De 89 aciertos que le pedían para ingresar a Física en la Facultad de Ciencias de Ciudad Universitaria, Alejandro obtuvo 105, por lo cual se quedó en la licenciatura de su preferencia, pero al cursar asignaturas de tronco común con sus compañeros de Matemáticas, el joven se dio cuenta de que “me gustaban más estas materias que las de física”, así que decidió hacer el cambio durante su sexto semestre.
“Estudiar matemáticas estaba en mi plan de carrera, sólo que aplicándolas a algo. Me había arrepentido de que invertí tiempo en física, aunque ésta tampoco me disgustaba tanto, pero me sentía mucho más cómodo en matemáticas y una vez estando ahí me sentí como pez en el agua y nada de arrepentimiento”, expresó Alejandro, quien es egresado del Centro de Estudios Tecnológicos, Industriales y de Servicios (CETIS) 116, ubicado en Acapulco, Guerrero.
El cambio de carrera no implicó mayor dificultad que el cursar las únicas asignaturas de Matemáticas que no había llevado, debido a que el tronco común fue de gran utilidad para que Alejandro tuviera la formación de matemático aún sin haber renunciado a la Física. En contraste, el reto fue mudarse de su natal Guerrero a la Ciudad de México.
“Llegué a vivir aquí precisamente porque quería estudiar en la UNAM, por su prestigio y porque supuse que iba a aprender bien, pero fuera del contexto de la carrera, también por la curiosidad de vivir en la ciudad y ese tipo de cosas”, expresó Alejandro.
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El reto de elegir una profesión y pasar un examen
Ocupar un lugar en la UNAM requiere de algo más que una buena nota en el examen de admisión